Cuando en soledad me senté,
En tu estancia entré;
nostalgia sin cuerpo, lejano el mundo;
desde toda ausencia el banco vacío,
la eternidad tan sólo un segundo.
Una imagen acalla a mis ojos.
Espalda de haya, afanosa, rigurosa,
brindándome el sitio donde la muerte posa
sin manos, las plegarias entre manojos.
Entre decadencias del cordaje
busqué ansiosa la ternura trenzanda
a toda cordura soñé
ser un barco en abordaje.
Asiento de nostalgias rotas,
que yo sonrío detrás de lo certero
viendo sollozar a un ángel agorero.
Pero nada espera...
En tu estancia entré;
nostalgia sin cuerpo, lejano el mundo;
desde toda ausencia el banco vacío,
la eternidad tan sólo un segundo.
Una imagen acalla a mis ojos.
Espalda de haya, afanosa, rigurosa,
brindándome el sitio donde la muerte posa
sin manos, las plegarias entre manojos.
Entre decadencias del cordaje
busqué ansiosa la ternura trenzanda
a toda cordura soñé
ser un barco en abordaje.
Asiento de nostalgias rotas,
que yo sonrío detrás de lo certero
viendo sollozar a un ángel agorero.
Pero nada espera...
Claudia Bürk
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